para la base:
250g de nueces de macadamia
9 dátiles
coco rallado
para el relleno:
500g de anacardos remojados por lo menos 1 hora
150ml de zumo de limón
150ml de sirope de ágave
50ml de aceite de coco
1 cucharadita de vainilla en polvo
1/2 cucharadita de sal (opcional)
para la salsa:
200g de frambuesas o fresas
5 cucharadas de sirope de ágave
La preparación
Para hacer la base pongo un vaso de avellanas, otro
de nueces, nueve dátiles sin hueso, media cucharadita de canela, una cucharada
de harina de algarroba y una pizca de sal en el procesador (cuando la hice ayer
no puse coco rallado ni algarroba y añadí un puñadito de pasas, quedó más
compacta) y lo pico todo sin dejar a que se reduzca a polvo. La idea de esta
base vino porque no tenía nueces de macadamia y empecé a inventar, la harina de
algarroba no es necesaria, pero le da cierto sabor "achocoladado".
Una vez que está todo picado cojo un molde de clip para tartas de 23cm de
diámetro, si no tienes uno puedes usar una fuente redonda y cubrirla con
plástico de cocina para conseguir sacar la tarta entera cuando esté lista.
Espolvoreo la base del molde con coco rallado para que no se pegue al fondo y
pongo encima la mezcla de frutos secos del procesador; para que quede bien
prensado lo cubro con un trozo grande de plástico de cocina y presiono la
mezcla primero con una cuchara y luego con la tapa de un bote para que quede
plano.
Escurro el agua de los anacardos remojados y pongo
todos los ingredientes en el procesador. Para liquidificar el aceite de coco lo
pongo en un vaso y éste dentro de un bol de agua caliente, tarda sólo unos
minutos en estar líquido. Si no tienes aceite de coco puedes sustituirlo por
manteca de cacao, cualquiera de estos dos ingredientes darán consistencia a la
tarta y mantendrán su forma una vez descongelada. Mezclo bien todo en el
procesador y luego lo paso a la batidora (de jarra) hasta que la mezcla queda
muy cremosa y sin trocitos, probablemente tienes que parar varias veces para no
quemar el motor si no usas una de alta velocidad.
Pongo la crema en el molde sobre la base y nivelo la
superfície con una espátula de silicona; doy unos golpecitos con el molde sobre
la mesa para deshacer las burbujas que hayan podido formarse y pongo la tarta
en el congelador. Yo la hice por la noche y la dejé hasta esta mañana, en
cualquier caso puedes sacarla en cuanto esté totalmente congelada y dejarla descongelar
dentro del frigorífico.
También cambio la salsa, uso sirope de ágave en
lugar de dátiles, para hacerla símplemente mezclo todo bien en el procesador.
Cuando la tarta está totalmente descongelada la
sirvo en platos individuales y pongo una generosa cantidad de salsa de
frambuesa sobre cada porción. Mmmmmm....
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