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Frase de la semana: Disfruta de lo que tienes, recibe lo que venga, crea e inventa lo que necesites

lunes, 20 de enero de 2014

nuestra amiga cándida

Remedios naturales para eliminar los hongos vaginales

El tratamiento definitivo de la cándidas es llevando a cabo la dieta pertinente para que las cándidas sobrantes mueran por inanición y como consecuencia de una vuelta a la normalidad en cuanto a niveles de toxicidad, pero es conveniente entender la afección y llevar a cabo el tratamiento completo empezando por una DIETA adecuada.
Aunque, más abajo explicaré los alimentos permitidos y no permitidos en la DIETA, hay que tener en cuenta que lo expuesto en este Blog son recomendaciones genéricas. Se aconseja seguir un buen tratamiento completo llevados de la mano de una persona especialista en el tema y que pueda evaluar el estado actual de la persona, sus necesidades reales y diseñe la dieta y protocolos adecuados para el equilibrio orgánico.

¿Qué es?


Se trata de una infección que afecta al intestino delgado. 

La infección la causa el crecimiento excesivo de un hongo llamado cándida.

Las cándidas son pequeñas levaduras que habitan de manera natural en nuestro tracto intestinal y que son totalmente necesarias para mantener el equilibrio intestinal pero que, en ocasiones, pueden crecer sin control y causar muchos problemas de salud.

En circunstancias normales, las cándidas mantienen el pH sano, absorben metales pesados, sirven de alimento a nuestra flora y ayudan a deshacernos de hidratos de carbono que han sido mal digeridos, entre otras cosas.

Cuando las cándidas están presentes en el organismo de manera equilibrada es porque nuestra flora intestinal ayudada por nuestro sistema inmune mantiene ese equilibrio.

¿Cuándo aparece la candidiasis?

La infección por cándidas aparece cuando ese equilibrio antes mencionado se rompe por alguna causa. Lo que sucede es que con la flora intestinal o el sistema inmunológico debilitado las levaduras toman el control creciendo desmesuradamente.

Hay que hacer un pequeño inciso para decir que hay muchos tipos de candidiasis, es decir, de infecciones por cándida (candida oral, vaginal...).
Para muchas mujeres lo común es haber padecido alguna vez candidiasis vaginal (se ha destruido la flora vaginal y las cándidas campan a sus anchas) y, tras detectar el problema, se suele poner solución con los conocidos óvulos vaginales y/u orales “mata cándidas”. Esto suele funcionar un tiempo pero puede que el verdadero problema no sea tan evidente en sus manifestaciones y se encuentre más adentro y en sigiloso silencio…en el intestino. Claro que no nos daremos cuenta porque la candidiasis es una enfermedad silenciosa que presenta síntomas dispares que nunca relacionaríamos con…¿unos simples e inofensivos hongos?.

Además el objetivo para la recuperación no es matar a la totalidad del hongo sino solamente devolverlo a su redil. Queremos que la cándida vuelva a ocupar su espacio y número dentro de nuestro organismo ya que es un hongo que, como ya hemos dicho, tiene su papel.

Causas de la candidiasis:

La candidiasis intestinal se puede desarrollar de múltiples maneras y, aunque lo que verdaderamente interesa es su diagnóstico (detección) y aplicar el remedio, podemos hacer un pequeño listado de cuáles pueden ser las posibles causas:

-          Consumo excesivo de azúcares y carbohidratos simples y refinados
-          Carencia de nutrientes esenciales en la dieta
-          Consumo excesivo de alcohol (también cerveza y vino)
-          Consumo continuado de agua corriente del grifo
-          Estrés durante un periodo prolongado en el tiempo
-          Estados agudos de ansiedad prolongados en el tiempo
-          Consumo de antibióticos, corticoides.
-          Consumo de anticonceptivos orales
-          Consumo de hormonas sintéticas (menopausia)
-          Embarazo (no siempre)
-          En estados de enfermedades graves como cáncer o SIDA donde el sistema inmunológico es muy débil
-          En casos donde exista alguna disfunción digestiva


Investigando a la sigilosa cándida…

Si te identificas con alguno o varios de los siguientes síntomas puede que estés más cerca de saber la causa de tus males:

-          Mi cuerpo me pide comer dulces, pan, chocolate o bollería. A veces me reprimo pero otras veces no puedo evitarlo.
-          Me siento fatigado/a, cansado/a y siento que mi vitalidad es racheada; a veces tengo y otras me cuesta mucho llevar a cabo mi día.
-          Tengo manos frías y/o pies fríos. Normalmente tengo sensación de frío, aunque lo he achacado siempre a la mala circulación.
-          A veces o siempre noto mis articulaciones doloridas o con sensación de oxidación. A veces incluso siento como crujen. Estoy anquilosado/a.
-          Siento que me he vuelto muy olvidadizo/a, me cuesta recordar cosas o simplemente palabras concretas. También me cuesta concentrarme.
-          Me siento débil.
-          Me cuesta tomar decisiones, dudo mucho.
-          No soy regular en el baño y, si lo soy padezco de estreñimiento y/o diarrea o heces blandas. A veces mis heces son explosivas.
-          Cuando como de más o dulces noto que tengo tendencia a acumular muchos gases.
-          Puedo padecer picos de humor, o sea; o tengo euforia y felicidad o tengo muchas ganas de llorar (aunque no haya un motivo aparente)
-          Siento que estoy irritable.
-          He padecido mareos, faltas de equilibrio, vértigos.
-          Tengo la sensación que a veces actúo de una manera que no es propia de mi, pero no lo puedo evitar. A veces estoy confundido/a.
-          Tengo picores (en oídos, en la piel…)
-          Tengo sensación de embotamiento a veces.
-          Me siento hinchado/a dependiendo del día y de lo que coma.
-          Tengo quemazón, picor o flujo vaginal.
-          Padezco mucho de SPM (síndrome premenstrual)
-          Tengo dolores de cabeza
-          Tengo acné y no soy adolescente
-          Mis uñas son quebradizas, a veces se rompen a capas.
-          Tengo la boca reseca, a veces me levando con esa sensación.
-          Tengo hongos en las uñas.
-          Etc…

Perfil del infectado:
Además de estos síntomas, muchas de las personas que han padecido candidiasis saben que no es fácil encontrar un diagnóstico. A menudo son diagnosticados como personas depresivas, hipocondríacas, personas con problemas de estrés y/o ansiedad, afectados por fibromialgia, etc… Aunque hayas sido la persona más positiva y alegre de este mundo…¿es raro, no?, o por lo menos contradictorio.

No es que seas hipocondríaco sin motivo ni que estés cansado porque eres débil sino todo lo contrario; estás cansado porque tu sistema inmunitario está débil y sientes que tienes algo que no va bien pero no sabes qué es…al fin y al cabo no todos sabemos de medicina ;) pero sí sabemos de nosotros mismos y nuestro estado. Sabemos si un día estamos al 100% de vitalidad y bienestar, o al 40%.

Personas que se vayan sintiendo identificadas y lean esto sabrán que es duro quejarse de que te duele algo o te sientes cansado cuando ya lo has hecho antes y tu cansancio no remite, pero las personas que te rodean si que se cansan de escuchar tus quejas y tú lo sabes.
A la larga, normalmente la persona que tiene candidiasis preferirá sufrirlo en silencio para no ser juzgada porque ya ha acudido al médico y, la mayoría de veces, le ha dicho que estaba todo bien (la candidiasis no aparece ni en analíticas comunes ni en exploraciones médicas comunes). Esto va creando un estado de pequeña depresión porque no se es entendido y la persona acaba poco a poco aceptando su situación; con sus dolorcitos, achaquitos o cansancio.
Por eso esta enfermedad es tan peligrosa; no es alarmante, no produce grandes aspavientos para que la veamos, pero está ahí.
Así no es de extrañar que muchas personas pasen toda su vida sin saber que tuvieron candidiasis y que podrían haber tenido una calidad de vida mejor.


Los afectados por candidiasis saben lo que es peregrinar para ser diagnosticados, pero no por el gusto de que te encuentren una enfermedad. Lo que sucede es que las afecciones producidas por un exceso de cándidas es algo que no produce efectos alarmantes en ningún momento de la enfermedad y por ello pasa desapercibida en la mayoría de los casos. No en vano se trata de una enfermedad de “reciente descubrimiento” (S.XX) pues la candidiasis crónica fue reconocida en EEUU a principio de los ochenta gracias a Orion Truss.

¿Hasta dónde crecerán las cándidas si no se resuelve la infección? Y ¿Qué produce la candidiasis más concretamente?
Si la infección por cándidas no se detiene puede extenderse  no solo a lo largo del intestino delgado sino mutar y viajar por la sangre hasta otras zonas del organismo provocando malestares que no se relacionarían, a priori, con esta enfermedad.

Las causas que producen la candidiasis pueden ser de diversa índole;
- Consumo de antibióticos o ciertos medicamentos
- Consumo excesivo de carbohidratos refinados
- Consumo de azúcares refinados
- Una dieta poco equilibrada y con malos hábitos
- A consecuencia de algunas enfermedades y sus tratamientos (SIDA, Cáncer...)
- A consecuencia del consumo de medicamentos sustitutorios de hormonas (en el climaterio)
- A consecuencia de la ingesta prolongada de medicamentos anticonceptivos (la píldora)
- Etc...

Cuando la flora del medio intestinal se ha desequilibrado por alguna de las causas anteriormente descritas o por alguna otra causa, la situación en nuestros instestinos cambia.

Las cándidas se van reproduciendo a medida que se encuentran a gusto y bien alimentadas en su hábitat (el intestino), como cualquier especie.
A las cándidas les encanta darse festines con los azúcares que ingerimos (también el de las frutas frescas) y las harinas refinadas, así como con levaduras de distintos tipos (cerveza, pan hecho con levadura o cualquier levadura tanto fresca como seca), fermentos (vino, soja fermentada)…
También favorecen a su crecimiento y bienestar el consumo de alimentos como: vinagres, refrescos industriales, setas, champiñones, níscalos, lácteos, café y sustitutos, tés, cacahuetes, pistachos, especias muy picantes…

Una triste historia para alguien que solo cumplía con su labor...

Pero, a pesar de su mala reputación, la cándida es un hongo que tiene la labor de alimentarse también de elementos potencialmente tóxicos para el organismo y cuando la flora intestinal ha sido casi totalmente aniquilada, por ejemplo en el caso de la toma de un antibiótico, muchas bacterias como lactobacillus acidophilus y bifidophilus mueren pero los antibióticos no afectan al hongo cándida. ¿Qué pasa entonces ahí dentro?...pues muy fácil; los alimentos son mal digeridos por la falta de flora intestinal y la meteria dañina es alimento de cándidas así que ellas crecen para seguir controlando las tareas de limpieza...Pero ¡peligro! porque cuando pasa el tiempo la inocente y pobre levadura limpiaintestinos se convierte en una raicilla con ramificaciones que puede ser muy dañina penetrando la pared intestinal y dejando paso a las toxinas dentro de la sangre. Pero la cándida hacía su trabajo, ella crecía para limpiar más y más materias tóxicas...hasta que llegó un momento que de tanto crecer necesitó traspasar barreras en un intento de ayudar a limpiar el organismo.

¿Entonces, de quién es la culpa de descompensar la flora intestinal?

 A medida que pasa el tiempo, no tenemos un diagnóstico, seguimos consumiendo estos productos y el tiempo sigue pasando... Como explica la nutricionista ortomolecular Cala H. Cervera en su libro “Candidiasis crónica”; las cándidas inofensivas de un principio pueden llegar a ser dañinos micelios micóticos (son las raicillas de las que hablaba antes); esto es una mutación del estado inicial de levadura a otro nuevo estado donde la agresividad es mayor pues, si bien antes no eran invasivas, ahora bajo su nueva forma pueden penetrar en la mucosa intestinal causando inflamación y afectando a la producción de enzimas y jugos digestivos, pudiendo afectar también a la absorción de nutrientes. La permeabilidad del intestino se volverá excesiva permitiendo que toxinas producidas por la propia cándida invadan la sangre al traspasar la barrera intestinal. Esto es peligroso porque el estado de candidiasis se hace crónico y el sistema inmunológico termina agotado ya que está permanentemente de servicio.
En este estado micótico las cándidas pueden producir 79 productos tóxicos diferentes.

Pero la candidiasis (infección por exceso de cándida) perjudica en muchas más cosas a la salud, por ejemplo; destruye vitaminas del grupo B (entre ellas el ácido fólico), bloquea las enzimas metabólicas, destruye el glutatión y la cisteína (que sirven para desintoxicar el organismo, entre otras cosas), reacciona con la dopamina (neurotransmisor cuya deficiencia puede causar depresión), las cándidas pueden imitar a las hormonas (pero no pueden llevar a cabo sus funciones, causando un desequilibrio), etc…

En definitiva y a groso modo; la candidiasis hace que nuestro organismo entre en un estado de autointoxicación continuo y nuestro sistema inmune en un estado de alerta 24 horas…Esto agotaría a cualquiera…
No es de extrañar pues que los afectados se quejen de cansancio de vez en cuando o de pequeños achaques, es lo menos que pueden hace con todo lo que se está orquestando de puertas para dentro ;)

DIAGNÓSTICOS:
El Diagnóstico en el caso de sospecha de Candidiasis es fundamental, ya que el tratamiento es largo y requiere mucha perseverancia y constancia para llevarlo a cabo.
Mejor estar seguros de que tenemos dicha infección antes de empezar el Tratamiento. 



1) Diagnóstico por Sintomatología:

En casos de infección intestinal del hongo cándida, así como sucede en los casos de Intestino irritable, la mejor prueba es la Sintomatología que presenta la persona afectada. Hay que observarse muy bien y determinar si se padecen algunos o la mayoría de los síntomas antes descritos. Hoy por hoy las pruebas clínicas no son determinantes en cuanto al diagnóstico de esta enfermedad ya que el hongo no sale muchas veces en los cultivos de heces por adherirse a las peredes intestinales y no sale en pruebas analíticas.
Muchas de las personas afectadas llevan años o meses peregrinando por diversas especialidades médicas sin llegar a un origen del problema. 
Observar los Síntomas y ver coincidencias en los mismos, para mí, es el diagnóstico real hoy por hoy.
LEER DEMÁS SÍNTOMAS AL PRINCIPIO DE LA LECTURA DEL BLOG


2)Diagnóstico casero:
¿Cómo saber si realmente tengo candidiasis?

Una prueba de diagnóstico, a parte del cuestionario anterior de sintomatología es realizar la prueba de la saliva en el agua. Pero, ojo, la prueba de saliva determina presencias de bacterias a nivel intestinal...puede ser candidiasis o puede ser alguna otra como presencia de Helicobacter Pylori, etc... Lo que si es cierto es que si hay sintomatología de Candidiasis y además sale la prueba de la saliva, es una prueba más que decanta nuestras sospechas.
Cuando se van disminuyendo las cándidas o bacterias nocivas en el intestino, vemos cómo la prueba de la saliva va cambiando también y cada vez se diluye más con el agua. 

Es una prueba sencilla, económica, se puede hacer en casa.
La prueba no solo indica presencia de cándidas, también diferentes bacterias en la saliva.
Pero, al igual que las demás pruebas diagnósticas, no os puedo asegurar que haya que basarse solo en la prueba de la saliva. 
Para mí, prevalecerá siempre el síntoma sobre ninguna prueba de posible diagnóstico de esta patología.

Se trata de:

Coger un vaso de cristal transparente, llenarlo de agua mineral y escupir la saliva de la primera hora de la mañana (antes de desayunar, lavarse los dientes o cualquier cualquier otra cosa) en el vaso mencionado.

La observación es muy importante:

-          Si la saliva se queda flotando arriba o se diluye en el agua al final (al cabo de ½ hora) no hay cándidas de más. Está todo bien. Enhorabuena!



-          Si la saliva no se funde con el agua, o forma salpicaduras blancas, o se queda en el fondo del vaso estancada y sin diluirse, o forma filamentos que no se diluyen en el agua, entonces hay infección. Hay que tomar medidas.




3)Otra prueba muy fiable es la de diagnosis por aparatos de BIORRESONANCIA.

4) La KINESIOLOGÍA también puede averiguar si tenemos infección por cándidas.

5) Otra prueba es la de EL TEST DE LA ARABINOSA.

CUANTIFICACIÓN DE ARABINOSA EN ORINA.
La Arabinosa, azúcar de cinco carbonos con la función de aldehído llamada aldosa, suele encontrarse elevada en presencia de candidiasis intestinal. Se sospecha que el arabitol producido por las levaduras en el tracto gastrointestinal se absorbe en la circulación portal y luego se convierte en arabinosa por medio del hígado. Este azúcar, no se metaboliza endógenamente y se elimina por la orina, en consecuencia, niveles altos de arabinosa en orina, pueden ser un buen indicador de infecciones por cándidas.

Asimismo, niveles altos de Arabinosa se ha visto asociado a autismo en niños. Se sospecha que estos pacientes pueden presentar deficiencias de una o más enzimas que participan en el metabolismo de las pentosas. Del mismo modo, niveles elevados de Arabinosa ligada a proteínas en glicoproteínas de suero, han sido referidos en pacientes esquizofrénicos y en niños con trastornos de la conducta. La alteración de la función de las proteínas es otro de los mecanismos por medio de los cuáles la arabinosa puede afectar a procesos bioquímicos. Se han encontrado también niveles elevados de Arabinosa en muestras urinarias de mujeres con vulvovaginitis debido a cándidas. 

Para más información sobre qué es y dónde se realiza en España pincha aquí:
http://www.labco.es/media/pdf/download_13.pdf
EN BARCELONA

6) Otras Pruebas podrían ser CULTIVOS MICROBIOLÓGICOS:
Tipos de Cultivo Microbiológico 

Según los síntomas manifestados por el paciente el laboratorio deberá obtener muestras de las distintas mucosas posiblemente afectadas, para evidenciar su presencia por cultivo e identificar de la/s especie/s causante/s. También se pueden realizar pruebas de resistencias a los distintos anti fúngicos. 
  • Cultivo de Exudado Vaginal. Deberá estudiarse también la flora comensal y otras posibles alteraciones de la mucosa vaginal, o presencia de leucorrea, evidenciadas por análisis microscópico de la muestra.


  • Cultivo de Frotis Orofaringeo. Distintas localizaciones de la mucosa bucal: lengua, paladar, encías, faringe… pueden verse afectadas por la invasión por Cándidas, por lo que su investigación en estas puede revelar su presencia por recuperación en cultivo en medio específicos.


  • Cultivo de Exudado Conjuntival. El examen oftalmológico es una herramienta importante para monitorizar a la población en riesgo de CI, pudiendo establecer el diagnóstico de diseminación tanto en pacientes con hemo cultivos negativos como con candidemias detectadas.


  • Cultivo de Exudado Nasal. Si el paciente presenta secreción, o congestión nasal puede ser de interés el estudio microbiológico de este exudado.


  • Cultivo de Heces: En este estudio se realiza El perfil analítico para la evaluación de la Disbiosis intestinal incluye la realización de cultivos microbiológicos específicos que permiten la determinación y sus proporciones de cada una de las especies que conforman la flora intestinal esto es, flora residente, flora pasajera y posible presencia de flora entero patógena. Asimismo se realiza un estudio micológico al objeto de evaluar la presencia de levaduras y mohos.
El estudio microbiológico tiene por objeto analizar la presencia de levaduras(diferentes especies del Género Candida) así como de mohos filamentosos, hialinos o dimórficos (Aspergillus sp. Mucor sp. Geotrichum sp.). 
Las especies de levaduras más frecuentemente recuperadas en análisis de Disbiosis son las siguientes: Cándida albicans, Cándida tropicalis, Cándida glabrata, Cándida parapsilosis, Cándida krusei. en proporción menor C. guillermondii, C. inconspicua, C. lambica, C. rugosa, C. stellatoidea (Mouton, 2003). 
Para más información sobre qué es y dónde se realiza en España pincha aquí:

EN MADRID
IMPORTANTE: Pruebas de laboratorio de detección de cándidas en heces, en orina, etc… han demostrado no ser totalmente fiables para el diagnóstico de la candidiasis intestinal, como apunta Cala Cervera en su libro "Candidiasis Crónica".
El Test del Vaso y la saliva está extraído del Libro de Andreas Moritz "Los Secretos Eternos de la Salud".
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No hay que descartar la posibilidad de afecciones asociadas a la candidiasis, como son: una intolerancia al gluten en una de sus formas (celiaquía, intolerancia o sensibilidad) por la similitud de la sintomatología. Pero para determinar esto hay que hacerse pruebas médicas como análisis de sangre y biopsia, muy importante. Si sospechas consulta con tu doctor. 
TIPOS DE CANDIDIASIS, MANIFESTACIONES:
Candidiasis esofágica
Aparece en la profundidad de la garganta. Se manifiesta con dolor pectoral y dificultad para deglutir.
Onicomicosis o infección en uñas
Produce una lesión donde se observa un aumento en el grosor y opacidad de la uña. Provoca dolor y supuración.
Candidiasis urinaria
Afecta normalmente a la vejiga y a la uretra, aunque también puede afectar al riñón. El origen principal suele ser los catéteres (en pacientes en diálisis), los tratamientos con esteroides (inmunosupresores) o la diabetes (los problemas con el metabolismo de la glucosa puede favorecer el crecimiento de este hongo).
Candidiasis intestinal
Se da cuando existe una proliferación masiva de las Cándidas que habitan el intestino. Sus principales síntomas son el estreñimiento o diarrea, indigestión, hinchazón e intolerancias a distintos alimentos. A nivel sistémico se puede observar fatiga, pérdida de peso, depresión e irritabilidad.
Candidiasis crónica
Algunos pacientes reúnen una serie de síntomas diversos, que afectan no sólo a la piel y mucosas, sino también a otros órganos y con manifestaciones de malestar general, que podrían estar relacionados con la presencia persistente de Cándida intestinal, vaginal o en otras mucosas, pero que no han sido diagnosticados adecuadamente, por lo que sus manifestaciones clínicas tienden cada vez más a la cronicidad. 

Según lo referido por la propia asociación de pacientes de candidiasis crónica (http://www.candidiasiscronica.info/), los síntomas más comunes en estos pacientes son: 

  • Fatiga Distensión abdominal
  • Malestar general
  • Diarreas y/o estreñimiento
  • Dolores de cabeza
  • Indigestión
  • Depresión
  • Retención de líquidos
  • Mareo
  • Afonía
  • Insomnio
  • Deseo de comer carbohidratos (dulces, pasta, pan, etc)
  • Sensación de resaca por las mañanas
  • Dolor de articulaciones y músculos
  • Molestias vaginales (picores, irritación, heridas etc)
  • Infecciones crónicas
  • Alergias
  • Picor anal
  • Congestión nasal
  • Ahogo
  • Problemas de uñas
  • Molestias oculares y de oídos

Las enfermedades y desequilibrios relacionados con una candidiasis crónica son: 
  • Enfermedad de Crohn Colitis
  • Síndrome del Intestino Irritable
  • Artritis reumatoide
  • Lupus
  • Asma
  • Psoriasis y eccema
  • Sinusitis
  • Esclerosis múltiple
  • Fibromialgia
  • Síndrome de la fatiga crónica
  • Hipotiroidismo
  • Hipoglucemia
  • Depresión y estados de ansiedad
  • Anemia



Otro aspecto a tener en cuenta:

Otra cosa importantísima es que si la persona afectada de candidiasis ha estado muchos años padeciendo la infección, siendo a día de hoy algo crónico, seguramente padezca otra dolencia que va de la mano de la candidiasis.

Se trata del Síndrome de intestino irritable. Si esto es así la persona ha de llevar el mismo tratamiento general que para la candidiasis pero además su dieta será más restrictiva, ya que alimentos como la soja u otros no deben tomarse porque irritarían más el sensible intestino y no habría mejoría.

Casi siempre que existe infección por candidiasis existe posibilidad de padecer el síndrome de colon irritable pero a la inversa es distinto; no siempre que hay colon irritable existe candidiasis. La candidiasis es solo una causa por la que el colon se irrita pero no es la única.

¿Cómo tratar la candidiasis?

 Es importante no sólo eliminar las cándidas sino también evitar las recidivas o reinfecciones. Así en muchas ocasiones un tratamiento contra candidiasis que tenga una acción de choque puede provocar un shock tóxico en nuestro organismo. Esto es lo que se conoce como síndrome de Herxheimer, donde los restos metabólicos y las toxinas provocadas durante el ataque a las levaduras puede provocar síntomas no deseados: malestar general, nauseas, dolor articular, depresión, alteraciones en la piel. Para paliar estos síntomas, que indican que el tratamiento antifúngico está funcionando aunque no sea de la forma menos lesiva para nuestro cuerpo, es importante facilitar la eliminación de toxinas ingiriendo muchos líquidos e infusiones o caldos depurativos. En el tratamiento de la candidiasis encontramos diversas fases que nos aseguran la eliminación de las levaduras y de sus efectos nocivos, así como una restauración de nuestras funciones vitales equilibradas:
 1. Preparación de nuestro organismo para facilitar la destrucción de las levaduras y la eliminación de las toxinas que se generen cuando se destruyan las levaduras. En esta fase es fundamental el apoyo de la dieta para evitar el aporte nutriente a las levaduras y por tanto frenar su desarrollo. Es importante eliminar de la dieta los hidratos de carbono y azúcares (principal fuente de alimento para las cándidas), fruta, la leche y todos los derivados lácteos, levaduras (frescas o secas), hortalizas ricas en hidratos (patatas, boniatos, calabaza), setas y champiñones, frutos secos, harinas refinadas, productos fermentados. Podemos ayudar a nuestro organismo a facilitar la depuración mediante fitoterapia, utilizando productos drenadores hepático biliares que estimulen la desintoxicación, como es el caso de la alcachofa o el cardo mariano, que facilitan la secreción biliar hacia la luz intestinal y la regeneración hepática. Además podemos utilizar enzimas digestivas que faciliten la digestión de los alimentos y la mejor absorción de nutrientes, evitando además la sensación de pesadez que podemos encontrar en esta primera fase. Para facilitar la limpieza intestinal, tanto de restos tóxicos como de exceso de bacterias no beneficiosas, debemos asegurarnos de ingerir una cantidad suficiente de fibra en la dieta, para lo que podemos utilizar alimentos integrales, salvados, etc. Aunque en estos casos lo mejor es recurrir a preparados con fibras y fructooligosacáridos que limpien y preparen nuestro intestino. Podemos utilizar pectinas, psyllium, fibras de avena y guisante (muy indicada para intestinos más sensibles), pero nunca se deben utilizar laxantes o purgantes más drásticos (sen, cáscara sagrada, salvado de trigo). Fundamental ingerir liquido abundantes, y si además conseguimos que sea un líquido alcalino que evite la acidificación de nuestro organismo, como es el caso del agua de coral, evitaremos la acidosis tan promotora de estados patológicos. Esta fase puede durar entre 2 y 4 semanas.
 2. Eliminación de las cándidas: una vez que nuestro organismo está preparado para liberarse de las tóxinas liberadas en el tratamiento podemos comenzar con el ataque a las levaduras. La fitoterapia nos presenta algunas alternativas antifúngicas que pueden ser muy útiles en el tratamiento de la cándida. Encontramos entre otros: aceite de ajo, extracto de semilla de pomelo, pau d’Arco, aceite de orégano, tomillo, etc. Además encontramos otros principios activos como vitaminas y minerales que mejoran la actividad antifúngica de estos fitoterápicos: ácido caprílico, zinc, vitamina C, vitmaina B6, betacarotenos. Los mejores resultados se obtienen al combinar y alternar los antifúngicos. Debemos también, en los casos que tengamos respuestas de nuestro organismo a los excesos de toxinas liberadas por la destrucción de la levadura, que facilitar la desintoxicación, para lo que podemos utilizar chlorella o molibdeno, junto con la ingesta de abundante líquido para facilitar el drenaje de las toxinas. Esta fase puede durar de 3 a 9 semanas, siendo siempre mejor pasarnos de precavidos, que no destruir todas las cándidas.
 3. Reequilibrio del sistema: una vez que hemos eliminado tanto las levaduras como sus restos necesitamos devolver a nuestro organismo su estado ideal. Para ello podemos utilizar sustancias como los probióticos, que se encargan de repoblar nuestro sistema digestivo y nos otorgan una gran barrera defensiva, los ácidos grasos esenciales omega 3, que evitan la acción de sustancias proinflamatorias y favorecen la circulación de nutrientes por el torrente sanguíneo, mejorando además la permeabilidad de las membranas celulares¸ y por la pérdida de nutrientes de las fases anteriores es necesario un complejo multivitamínico y multimineral. En el caso de las candidiasis vaginales es importante además repoblar la flora vaginal beneficiosa para lo que podemos utilizar óvulos y comprimidos vaginales a base de probióticos. Si existen muchas molestias en la zona como picor e irritación es muy útil emplear lavados con agua con bicarbonato, y utilizar tres gotas de aceite esencial de árbol del té. Esta fase dura entre 4 y 6 semanas.
4. Reparación de los daños causados: estos procesos patológicos provocan gran cantidad de daños que necesitamos reparar, como es el caso de la mucosa intestinal, que podemos restructurar con vitamina A, incluso mejora alteraciones dermatológicas, ácidos grasos esenciales, omega 3 y 6, e incluso el omega 7 si los daños dermatológicos son más marcados. Para esta etapa, según los daños provocados por la candidiasis, podemos emplearla unas 4 semanas. Además de los principios activos dirigidos sobre nuestro organismo y su respuesta a la infección, o hacia el agente patógeno podemos seguir una serie de recomendaciones que nos faciliten el tratamiento y evite la recidiva:
• Dieta antifúngica: debemos seguir una dieta que evite aportar los nutrientes a las levaduras, y una vez superada la enfermedad, incorporar de forma paulatina y con seguimiento alimentos como frutas y verduras, para controlar que su ingesta no nos provoca reinfecciones.
• Ejercicio diario: mantiene nuestro sistema inmune alerta para evitar las infecciones.
 • Higiene íntima adecuada: no es recomendable el uso de compresas y tampones de materiales sintéticos. Como tampoco lo es utilizar jabones, jabones íntimos, geles, toallitas higiénicas, en el lavado de los genitales. Siempre es mejor utilizar agua hervida con bicarbonato, que además de regular el pH vaginal, sirve como higienizante.

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