lunes, 4 de junio de 2012

Acaí


He visto el ACAÍ en revistas, tiendas de dietética que nos comentan las diversas propiedades de esta baya pero es realmente tan bueno como dicen “superalimento” o su fama es producto de un marketing publicitario. 

















A pesar de ser extremadamente popular en Brasil desde hace décadas, la baya acaí ha sido relativamente desconocida en otras partes del mundo hasta hace poco tiempo. Gracias a algunos medios de comunicación como el programa de Oprah Winfrey, noticias de ABC, NBC y CBS, su popularidad como “superfood” ha crecido como la espuma.
Con carácter popular el zumo de Acaí es un componente principal en la dieta de Brasil, especialmente en la región de Paná. A menudo se come en el desayuno con harina de yuca o con tapioca. Esta costumbre está fundamentada tradicionalmente por la consideración del fruto de Acaí como un alimento energético que provee de la energía necesaria para empezar el día.
La parte utilizada de la palmera de Acaí es la baya o fruto, caracterizada por un color púrpura oscuro. Aproximadamente el 8 % de la baya contiene pulpa comestible (donde residen la mayoría de sus nutrientes) y el 92% por ciento restante es la semilla o fosa y piel. El gusto de la pulpa es como una mezcla chocolate, vino tinto y bayas. Con tantos ricos nutrientes y tan buen sabor, no es extraño que este alimento se esté volviendo muy popular en Brasil. Es conocida como "super baya natural", rica en nutrientes y que actúa como tónico del bienestar.
Estudios recientes han demostrado que los frutos de Acaí tienen concentraciones muy altas de antioxidantes indicando un alto nivel ORAC (Oxygen Radial Absorbanse Capacity). Estas propiedades antioxidantes del Acaí protegen contra el estrés oxidativo, el cual repercute negativamente en muchos aspectos de la salud, incluyendo el sistema inmune, la salud cardiovascular y algunas condiciones de salud asociadas al envejecimiento o bien la promoción de envejecimiento prematuro.
Su poder antioxidante es de hasta seis veces de los arándanos, el doble que la granada y de 10 a 30 veces más poder antioxidante de sus antocianidinas que el vino tinto.
El fruto de Acaí también es rico en proteínas, fibras, enzimas, vitamina E, aminoácidos, minerales (fósforo, calcio, magnesio, potasio, zinc, cobre, manganeso y boro), fitosteroles y ácidos grasos. Beneficios sorprendentes. 
Han revelado una poderosa actividad sobre los radicales libres, quelación de metales, se unen a las proteínas para protegerlas, actúan como protectores potenciales en radiaciones y actividad quimioprotectora.
Los radicales libres pueden oxidar las grasas poliinsaturadas en el cuerpo y favorecer la oxidación del colesterol LDL si no son neutralizados pueden ser un factor de riesgo y un prejuicio para la salud arterial. Los polifenoles del Acaí tienen propiedades específicas para el mantenimiento de un sistema cardiovascular adecuado.

Puede ayudar en:
Gran poder depurativo.
Aumenta el sistema inmunológico.
Previene el envejecimiento.
Combate el colesterol.
Protege de las enfermedades de corazón.
Tiene propiedades contra las inflamaciones.
Reduce el estrés y la ansiedad.
Favorece un sueño más reparador.

A no ser que viváis en Brasil, es muy difícil que consigáis esta baya fresca en cualquier mercado local, ya que es extremadamente perecedera y se estropea aproximadamente en veinticuatro horas después de ser cosechada. Sin embargo, con un procesamiento especial, el amplio conjunto de nutrientes puede llegar a conservarse en suplementos, jugo de bebidas o bien secadas congeladas y en conserva.
La dosis recomendada suele ser de 10 ml de jugo tres veces al día o 800 mg de extracto seco que equivalen a 1.600 mg de pulpa fresca.

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