Siempre que se tome con precaución y evitando los excesos.
El sol es un excelente antidepresivo, dado que es la mejor forma de abastecernos de la vitamina D. Con media hora de exposición al sol, en horas en que no está en su máximo calor, producimos entre 10 y 20 millones de unidades internacionales de esta vitamina, gracias a una reacción que se produce con los rayos ultravioleta. De ahí que nos entre esa alegría tan peculiar en los hermosos días soleados...
El sol es un excelente antidepresivo, dado que es la mejor forma de abastecernos de la vitamina D. Con media hora de exposición al sol, en horas en que no está en su máximo calor, producimos entre 10 y 20 millones de unidades internacionales de esta vitamina, gracias a una reacción que se produce con los rayos ultravioleta. De ahí que nos entre esa alegría tan peculiar en los hermosos días soleados...
Mediante los alimentos es difícil conseguir esta vitamina. El poco sol de
los países nórdicos causa depresión entre sus habitantes, lo que causa
dolores musculares, óseos, asma en niños pequeños, infecciones
respiratorias y estomacales, deterioro cognitivo en personas mayores...
Para conseguir la llamada “vitamina del sol” es necesario pasar
tiempo afuera, aunque sea media hora diaria. Caminar, paseos por
bicicleta o lectura en el parque son ejemplos de cómo recargar nuestro
cuerpo de la inédita y curiosa vitamina D.
Australia, Estados Unidos y Canadá son los países con más deficiencia de vitamina D
. Pasar todo el día encerrado en una oficina o en casa no aporta
beneficios a nuestra salud; una vida pasiva es mucho más nociva que una
activa.
Los seres humanos dependemos de la luz solar tanto como las plantas, lo
que nos recuerda que a pesar de nuestra forma no sustentable de vida,
tenemos mucho más en común con el reino vegetal de lo que creemos.
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