1 cebolla
2 C. de tamari
1 litro de caldo de verduras
2 hojas de col
2 C. de tamari
1 litro de caldo de verduras
2 hojas de col
2 papas partidas en cubitos
1 c. de jengibre
50 g. de polenta
4 c. de miso.
1 c. de jengibre
50 g. de polenta
4 c. de miso.
La preparación
1. Corta la cebolla a cuadraditos y ponla en una olla al fuego con un poco de aceite hasta que esté transparente.
2. Incorpora el tamari y deja cocer aún un poquito.
3. Añade el agua o caldo de verduras, la col cortada en finas tiritas, la papa en cubitos, el jengibre rallado y déjala hervir 5 minutos. Exprime un limón si gustas para agregarle un sazón distinto.
4. Agregar un poco de polenta en forma de lluvia removiendo constantemente, para que no se pegue ni se formen grumos, hasta que hierva de nuevo, 15 minutos.
5. Añade el miso previamente disuelto, retírala del fuego y sírvela.
6. Pon un poco de polenta si quieres que te quede algo cremosa pero clara y encontrar los trocitos de verdura. Si te gusta espesa, pon más polenta, recuerda que esta sémola aumenta cuatro veces su volumen, entonces, calcula al menos por una parte de polenta, cinco partes de líquido.
7. En cuanto al miso y al tamari puedes substituirlos simplemente por sal marina, no en cuanto a su sabor o valor nutritivo, sino sólo si te interesa conservar el amarillo dorado de la polenta. Si a pesar de todo se forman grumos, disuélvelos con la licuadora.
4. Agregar un poco de polenta en forma de lluvia removiendo constantemente, para que no se pegue ni se formen grumos, hasta que hierva de nuevo, 15 minutos.
5. Añade el miso previamente disuelto, retírala del fuego y sírvela.
6. Pon un poco de polenta si quieres que te quede algo cremosa pero clara y encontrar los trocitos de verdura. Si te gusta espesa, pon más polenta, recuerda que esta sémola aumenta cuatro veces su volumen, entonces, calcula al menos por una parte de polenta, cinco partes de líquido.
7. En cuanto al miso y al tamari puedes substituirlos simplemente por sal marina, no en cuanto a su sabor o valor nutritivo, sino sólo si te interesa conservar el amarillo dorado de la polenta. Si a pesar de todo se forman grumos, disuélvelos con la licuadora.
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