martes, 29 de mayo de 2012

Sal marina versus sal de mesa


En el mercado encontramos diferentes tipos de sal, sin embargo, dependiendo del origen de las mismas, existen dos grandes, grupos: la sal marina y la sal de mesa







Sabemos que es recomendado consumir poca sal, pero nadie imagina todas las grandes diferencias que existen entre ambas sales. Una da vida, la otra... mata.
La sal marina es el mayor concentrado de minerales... naturales. Es el mayor alimento que la naturaleza ha creado. En las exactas medidas, que lo requieren las células".
El mar se mueve ondularmente desde hace millones de años, desgastando todos los minerales, y piedras que existen en el planeta. Y esas partículas, están en suspensión en el agua del mar.
El hombre descubre que evaporando el agua del mar... queda la SAL MARINA.
Al analizarla, verificamos que contiene casi en las mismas proporciones que en el suero sanguíneo, "todos los minerales que el organismo requiere" (Por esto se dice que venimos del mar).
La sal marina usada en su forma natural, tal cual como se origina de la evaporación del agua de mar, tiene grandes propiedades para la salud. En cambio, la sal de mesa o sal común es un producto refinado que esta compuesto de un 99% de cloruro de sodio, ésta pasa por un proceso de secado a una temperatura de aprox. 650 cº, la cual altera su estructura química convirtiéndola en un producto dañino para la salud. En el proceso de refinamiento se pierden la mayoría de los minerales, como el magnesio el cual se encarga de mantener el equilibrio ácido- alcalino en el organismo, además de prevenir varias enfermedades del tipo cardiaco, problemas del sistema nervioso e inmune.

La Sal de mesa al estar compuesta de un 99% cloruro de sodio desequilibrar el balance de fluidos celulares y sobrecarga los sistemas de eliminación (riñones), causando problemas como la retención de líquidos, celulitits, entre otros.
En el proceso de refinado, se le agrega hidróxido de aluminio para impedir que se aglomere y logre esa textura de “arena”, los productos derivados del aluminio se han vinculado con enfermedades degenerativas como el alzheimer, éstos también se encuentran en productos como desodorantes y lociones.
En resumen, la sal que normalmente se utiliza no es propiamente “sal” sino un subproducto refinado de la misma, que es en su mayoría puro sodio, lo cual crea un des balance en el organismo desencadenando enfermedades que se relacionan con la ingesta de ésta, como la presión alta y otros.
¿Que hacemos entonces?
Una opción es conseguir Sal… pero de buena calidad, por ejemplo la sal de mar, (no la sal de mar que venden en los supermercados) que se consiguen en algunas tiendas naturistas o en zonas costeras. La sal marina se obtiene de forma natural por la evaporación provocada por el sol y el viento. A diferencia de la sal de mesa, contiene sólo un 34% de cloruro sódico y es más rica en oligoelementos. La sal marina, obtenida directamente de las salinas, es, a pesar de su color gris, más sana y completa que la refinada que se emplea para condimentar la comida
Ahora ojo, que no porque consigamos una buena calidad de Sal significa que vamos a poder abusar de ésta. Sea de la calidad que sea, un exceso siempre nos va a perjudicar, por lo tanto su uso siempre tiene que ser moderado, lo bueno de utilizar este tipo de sales, es que no tendremos que estar preocupados de estar consumiendo puro sodio y aditivos.
Esto es lo que se lee en la etiqueta de la sal de mesa:
  • Cloruro de sodio
  • Silico aluminato de sodio y/o dioxido de silicio como antiglomerante
  • Sacarosa
  • Yodato de potasio
mmm..suena saludable?”

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