martes, 29 de mayo de 2012

Los males del azúcar


Muchas veces hemos oído decir que no comas chuches porque te salen caries. La mayoría de la gente sabe que el azúcar es malo para los dientes y que los echa a perder. Si el azúcar hace eso con los dientes, ¿qué no hará con el resto del cuerpo?




















El Dr. William Dufty en su libro “Sugar Blues” los Peligros del Azúcar Blanco (1974) anota que "los investigadores han probado que los dientes están sujetos al mismo proceso metabólico que cualquier otro órgano del cuerpo". En otras palabras, el ácido que destruye el esmalte de los dientes, es el mismo ácido que destruye el cuerpo.


La publicidad nos susurra que el azúcar es inofensiva y que endulza la vida, pero William Dufty demuestra que acidifica el organismo, que es un ANTI-NUTRIENTE, que debilita enormemente el sistema inmunitario dejando paso a otros trastornos, y que afecta emocional y cerebralmente.

Ya en 1957 el Dr. William Coda, clasificó el azúcar refinado como un veneno carente de fuerza vital, vitaminas y minerales y decía que "lo que resta consiste en carbohidratos refinados puros". "El metabolismo incompleto de los carbohidratos, da como resultado la formación de tóxicos como el ácido pirúvico que interfiere con el funcionamiento del cuerpo y da inicio a la enfermedad degenerativa”.


En su origen el jugo de caña de azúcar es un líquido de alto poder nutritivo, por su gran cantidad de vitaminas y de minerales.
Ahora bien, a través del largo proceso de refinación y fabricación del azúcar, la sacarosa ha sido sometida a un aislamiento sistemático de sus ricas sustancias, despreciándose así la sabia composición que la naturaleza ha dado al jugo de caña y que hace a éste tan asimilable y sano.

El azúcar industrial, aunque químicamente sea sacarosa pura, es un producto artificial, muerto, carente de sales minerales y de vitaminas, tan necesarias para el normal crecimiento y desarrollo del hombre y, en especial, del niño. Esa sacarosa una vez ingerida, busca inmediatamente unirse con las sales minerales que le faltan y que encuentra en la sangre, particularmente el calcio. De esa manera el organismo es despojado del calcio que normalmente contiene la sangre, sufriendo sus consecuencias, caries, raquitismo, osteoporosis, etc.


El azúcar refinada es un alimento acidificante por lo que el organismo tiene que neutralizar recurriendo a las bases alcalinas como el calcio. ¿De dónde saca este calcio nuestro organismo? Lo extrae de las reservas de calcio principalmente de los huesos. Además, el calcio contenido en el azúcar es toalmente nulo, por tanto, lo que perdemos no lo recuperamos.
En el caso de los niños, una dieta rica en azúcar es muy perjudicial porque influye en el crecimiento del niño y provoca descalcificación en todas las etapas de la vida. Por otro lado, también altera el sistema nervioso, debido al aumento de glucosa en el torrente sanguíneo y al déficit de vitaminas B1 y B2.
Además, el azúcar produce alteraciones de conducta, como es el caso de la hiperactividad. También favorece el aumento de triglicéridos en sangre y altera la flora intestinal, así como un desequilibrio glucémico.
Por último, el consumir este alimento de forma excesiva junto con una dieta pobre en fibra, vegetales, frutas y cereales integrales, favorece el riesgo de padecer procesos cancerosos, cálculos biliares, diabetes, Enfermedad de Crohn, infecciones por Cándida Albicans entre otras enfermedades.
El azúcar fermenta con gran facilidad en las vías digestivas, desarrollando gases y ácidos. Y, como está comprobado que la descalcificación se favorece por las fermentaciones ácidas del tubo digestivo, vemos de qué otra manera contribuye el azúcar a la desmineralización o expoliación de calcio.


El azúcar también es el principal culpable de muchas enfermedades degenerativas, pues suprime el sistema inmunológico y contribuye al desarrollo de la obesidad, la caries dental, daño al páncreas, envejecimiento prematuro, hiperactividad en los niños y debilidad visual. Contribuye también a aumentar el riesgo de desarrollar enfermedades cardiacas y autoinmunes como artritis, asma y esclerosis múltiple, sin contar infinidad de otros efectos negativos.


Evitar el azúcar y los alimentos que lo contienen en forma disfrazada es indispensable.
Existen muchas alternativas sanas para endulzar. Pruebe un poco de miel natural, miel de caña, miel de palma, miel de arce, estevia o melazas de cereales, agave, el verdadero azúcar sin refinar (panela).


“Si de verdad quieren conquistar a los norvietnamitas, sólo debe darles la ración del ejército norteamericano: azúcar, dulces y Coca-Cola. Esto los destruirá más rápidamente que las bombas” Filósofo japonés en Saigon, 1975




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