Ingredientes
* 150 gramos de anacardos crudos
* 350 ml. de agua filtrada
* 4 cucharadas soperas de levadura de cerveza en copos (en caso de celíacos cambiar por lecitina de soja)
* 3 cucharadas soperas de miso blanco (Shiromiso)
* 3 cucharadas soperas rasas de agar-agar
* 1 pizca de sal marina
* 1 cucharada de aceite para engrasar el molde
* 350 ml. de agua filtrada
* 4 cucharadas soperas de levadura de cerveza en copos (en caso de celíacos cambiar por lecitina de soja)
* 3 cucharadas soperas de miso blanco (Shiromiso)
* 3 cucharadas soperas rasas de agar-agar
* 1 pizca de sal marina
* 1 cucharada de aceite para engrasar el molde
Elaboración
Calentamos el agua y cuando empiece a hervir añadimos el agar-agar, cocemos 30 segundos y apartamos del fuego.
Aceitamos el molde donde cuajaremos el quesito.
Ponemos todos los ingredientes junto al agua con el agar-agar en un robot de cocina y trituramos hasta que la mezcla esté muy fina.
Vertemos en el molde. Dejamos enfriar a ser posible toda la noche en el frigorífico, o al menos 6 horas.
Consideraciones
Es una receta inspirada en quesitos caseros veganos franceses, la versión que hemos visto está hecha a partir de tahini, nosotros hemos preferido utilizar anacardos crudos.
Se le llama Gruyere Vegetal, aunque cualquier parecido con la realidad es cuestión subjetiva, porque este queso es ligeramente dulzón, gracias a los anacardos y a la presencia de Shiromiso que es un miso dulce por su propia fermentación, sin que lleve azúcar añadido.
Es un quesito que funde bien, muy bueno para emparedados y bocadillos para niños por su sabor delicado y su composición practicamente cruda. Sirve para comer con ensaladas, aperitivos, desayunos, meriendas y para fundir sobre tostadas al horno, pizzas o tartas de verduras.
El anacardo tiene la siguiente composición nutricional por 100 gramos de producto: 22% de hidratos de carbono, 47% de lípidos y 21% de prótidos. Su aceite está formado por ácidos grasos insaturados: ácido oleico (55 – 64%) y linoleico (7 – 20%). Además el anacardo es una valiosa fuente de vitamina B, especialmente B1, B2 y B5 y de minerales, sobre todo en magnesio, potasio, calcio, hierro y fósforo.
Tambien consideramos muy interesante la presencia de Shiromiso en la receta que es el más suave de los misos y añade propiedades nutricionales como son más minerales y enzimas vivas.
Fuente: Just Vegetal
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