domingo, 17 de febrero de 2013

El aluminio

 
Es preciso tener en cuenta que el aluminio lo encontramos en nuestro organismo, principalmente en concentraciones bajas en la orina, sangre y tejidos. Y en concentración alta en el cerebro, tejido pulmonar, riñones y glándulas tiroideas.
No obstante, según investigaciones científicas norteamericanas llevadas a cabo en los últimos años, parece que las células cerebrales de personas aquejadas de Alzheimer contienen cinco veces más concentraciones de aluminio que personas que no tienen la enfermedad. Por tanto, nos encontramos ante una neurotoxicidad demostrada en el caso de la enfermedad de Alzheimer, que también depende de factores genéticos.

El aluminio entra en la cocina de todos los hogares en el último siglo, se encuentra en envases de bebidas, ollas y sartenes; tiene múltiples usos, también esta presente en antiácidos, astringentes, aditivos para alimentos, cosméticos y desodorantes.
Actualmente en los comercios ya no se venden cacerolas de aluminio: sólo es posible encontrar de acero inoxidable. Esta medida fue tomada hace años cuando se constató que los recipientes de aluminio no son inertes, sino que pueden emitir partículas a la comida. (Eso no evita, sin embargo, que muchos restaurantes, cantinas y empresas sigan utilizando cacerolas de este material). Conviene, por tanto, ser cauteloso, y sobre todo, evitar que entre en contacto con comida caliente.
Pero no solamente en los utensilios de cocina hay una gran variedad de productos alimenticios que compramos en los supermercados, tiendas de comestibles e hipermercados. Sin contar con el famoso papel de aluminio con el que tendemos a envolver alimentos y comidas. En productos o bebidas alimenticias, lo encontramos tanto en latas de conserva como en latas de refresco. Incluso los animales domésticos no se salvan de encontrar aluminio en sus latas de comida.
Qué podemos hacer:
  • No cocinar con papel de aluminio.
  • Evitar meter en el horno comida precocinada congelada en recipiente de aluminio. Cambiarlo previamente a un recipiente de cristal.
  • No utilizar aluminio para envolver comida. Que el papel no se encuentre directamente con el alimento.
  • No emplearlo para el microondas
  •  Pedir al carnicero o charcutero que envuelva la compra en el papel encerado de toda la vida.
  • Envolver los bocadillos en papel.
  • Evitar consumir productos con altos niveles de aluminio; para ello leer las etiquetas para ver si hay presencia de aluminio en su composición.
 

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